ATLAS PODOLOGIA BOADILLA DEL MONTE

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¿EN QUÉ PUEDE AYUDARTE UN PODÓLOGO?

Erróneamente se sigue pensando que los podólogos sólo tratan a personas mayores. Desgraciadamente los podólogos siguen siendo esos profesionales sanitarios poco conocidos en general pero a la vez tan necesarios en el área de la salud.
Un podólogo puede ayudar a personas de todas las edades ya que en cada etapa de la vida se pueden presentar problemas diferentes. 

Recién nacidos/ Primeros meses de vida:
Se les hace exploraciones para ver que los pies y extremidades inferiores se están desarrollando correctamente y se les ayuda a que el crecimiento de las uñas sea sano ya que los bebés pueden presentar uñas con capas y/o estrías muy quebradizas y con pieles en los surcos que dan aspecto de encarnamiento pero que es totalmente normal y lo único que necesitan son revisiones periódicas para asegurarnos que poco a poco esto va retrocediendo y las uñitas van creciendo correctamente y sanas volviéndose uñas normales. 

Edad infantil 
Lo más común los tratamientos de papilomas que se cogen en piscinas y duchas públicas, se les corrige problemas de pie plano/cavo y en pocos se les trata de uñas encarnadas. 

Adolescencia 
Los casos de uñas encarnadas se multiplican debido a la práctica de deportes, los papilomas también son frecuentes pero con menor incidencia que en el caso de los de edad infantil ya que los adolescentes ya suelen prevenir el contacto directo del pie en el suelo de piscinas y duchas de gimnasios. 
A los adolescentes también se les puede tratar por pies planos/cavos aunque a estas edades lo único que se puede hacer es empezar a compensar la patología ya que la estructura de los huesos ya está hecha y no se puede modificar pero la compensación ayudará a que no se desarrollen otras patologías y que así se prescindan de molestias futuras. Las infecciones por hongos en la piel (conocida como pie de atleta) también son comunes en esta etapa.

Edad adulta
En la edad adulta también existe una variedad extensa de problemas que se llegan a tratar. La aparición de durezas en la planta de los pies, problemas en la sudoración, infecciones de la piel por hongos o bacterianas muy asociadas al exceso de sudoración, uñas encarnadas, pies planos/cavos nunca tratados anteriormente y que empiezan a dar problemas en la edad adulta, fascitis plantares (son dolores en el arco y/o talón de los pies), lesiones deportivas mal curadas que sobrecargan el pie en algunas zonas y hace que duela, inestabilidad de los tobillos que provoca que se tengan esguinces repetitivos simplemente al ir caminando, dolor de pies debido al tipo de trabajo o actividad que dan lugar a pies cansados que probablemente no tengan ningún problema serio pero que necesitan de ayuda para poder sobrellevar ese tipo de trabajo o actividad diaria. Estos son solo algunos de los problemas que se pueden presentar en consulta en la edad adulta.

Edad de Oro o Segunda Juventud
El trabajo durante años, el calzado no adecuado que se solía llevar, enfermedades que se han padecido o se padecen, el deterioro normal de los huesos y articulaciones e incluso los hábitos de vida que se han llevado (tanto alimenticios, como de ocio, deporte, tabaco...) se refleja en los pies y será mejor o peor dependiendo del tipo de vida que hayan llevado y del cuidado que se les haya dado aunque también de la forma de pie que se haya heredado ya que se les puede haber cuidado mucho siempre pero que debido a una forma determinada heredada de nuestros padres los pies hayan dado y sigan dando problemas constantemente.
Lo normal es que a partir de los 65 años se necesite acudir al podólogo ya que la flexibilidad se va viendo reducida y el cuidado de los pies va siendo muy difícil. Dependiendo del tipo de "vida" que hayan tenido esos pies el motivo por el que se acude a consulta una vez llegados a la edad de oro es muy variable. 
Así, las durezas, clavos y "ojos de gallo" entre los dedos son muy frecuentes debido al uso de calzado incorrecto en la primera juventud. Los juanetes, dedos en martillo, dedos en garra o el aumento de presión en la planta del pie por pies planos o cavos no tratados son muy comunes y de lo que se trata es de compensar todo esto para que la actividad que la persona desea llevar no se vea afectada. 
Esta compensación viene dada por tratamientos regulares para eliminar esas durezas, clavos y "ojos de gallo" cada vez que molesten, hacer siliconas y separadores para aliviar las durezas y los "ojos de gallo" que sean posibles aliviar y hacer plantillas a medida para dar el soporte necesario al pie para reducir e incluso quitar el dolor o molestia que se tenga.

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